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LOGÍSTICA: La peruana Ransa quiere pisar duro en el mercado logístico colombiano

La peruana Ransa quiere pisar duro en el mercado logístico colombiano El grupo Romero es uno de los más poderosos conglomerados empresariales de Perú. Con presencia en el sector financiero, servicios, pensiones, alimentos y puertos, entre otros, su nombre estuvo en las primeras planas de los medios empresariales colombianos cuando, hace un par de años, […]

La peruana Ransa quiere pisar duro en el mercado logístico colombiano

El grupo Romero es uno de los más poderosos conglomerados empresariales de Perú. Con presencia en el sector financiero, servicios, pensiones, alimentos y puertos, entre otros, su nombre estuvo en las primeras planas de los medios empresariales colombianos cuando, hace un par de años, adquirieron la firma Correval, por medio del Banco de Crédito del Perú, en una transacción que significó un remezón en el mundo de las comisionistas de bolsa locales.

Romero es el segundo grupo del Perú en ventas y patrimonio, con una tradición empresarial de 123 años. Además, cuenta con presencia en varias economías de la región, tanto en Suramérica como en Centroamérica.

A este conglomerado pertenece Ransa, la firma de logística y transporte que hizo presencia en el mercado colombiano hace apenas cuatro años, cuando en diciembre de 2013 adquirió Colfrigos. Esta operación significó la punta de lanza del Grupo Romero en su plan de expansión en este frente en la región.

Ransa está en seis países, además de Colombia: Ecuador, Perú, Bolivia, Honduras, Guatemala y El Salvador.

Según Rocco Zetola, gerente de Ransa en Colombia, la meta es que de aquí a tres años la compañía venda US$200 millones; se trata de un crecimiento exponencial, si se tiene en cuenta que hasta el momento han logrado llevar las ventas a US$25 millones en 2016 y esperan US$30 millones en 2017.

“Colombia es un mercado con mucho potencial en materia de logística, si se piensa que la empresa líder en este sector factura al año US$40 millones; Ransa, solo en Perú, vende US$400 millones en una economía que es la mitad de la colombiana”, explica Zetola.

La razón de estas diferencias es cultural, en consideración del empresario. Las empresas de logística en Colombia son pequeñas y se estructuran solo para cubrir un mercado regional. Así, un empresario que tiene una flota pequeña de camiones se une a alguien que tiene una bodega y queda conformada la compañía de logística. En Colombia, según las cifras de las 5.000 Empresas de Dinero, la facturación de las empresas más grandes del sector suman al año cerca de $4,8 billones; sin embargo aquí se incluyen no solo las firmas de logística, sino también las empresas de transporte y los puertos.

“Nosotros tenemos una visión de país y una apuesta de largo plazo. Por eso ya hemos construido 6 centros logísticos en Colombia, que se suman a los cuatro que ya tenía Colfrigos”, explicó. Estos centros se encuentran en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Este proceso de crecimiento significa que han invertido cerca de US$25 millones durante los cuatro años que llevan en el país.

“El potencial es claro, porque la tercerización de estas tareas no está en el ADN del empresario colombiano, que ha querido desarrollar sus propias formas de logística”, señaló. Eso implica que para muchas empresas los costos logísticos y de transporte sean elevados y por eso la tercerización les podría abrir espacio para destinar más recursos de capital a su core de negocio.

Más proyectos

Porque quieren convertirse en un operador logístico con presencia nacional, Zetola explica que ve necesaria una modernización del centro de distribución que tienen en Medellín y buscar nuevas opciones en otras zonas del país, como el Eje Cafetero y el nororiente. Además, están invirtiendo cerca de US$4 millones anuales en mantenimiento y sistemas de tecnologías de la información, una de las claves para ofrecer mayores eficiencias a los clientes.

En el negocio de transporte, actualmente cuentan con 500 unidades de vehículos asociadas a su operación y llegada a más de 7.000 puntos en toda Colombia.

También señaló que están mirando otras posibles adquisiciones en el sector, pues aumentar las ventas no es un objetivo que se pueda lograr solo orgánicamente: se necesita incorporar otros activos al portafolio de la compañía. Así que probablemente dentro de poco habrá un anuncio sobre la adquisición de otra u otras compañías locales.

Con Colfrigos entraron fuerte en la cadena de frío, pues esa era la especialidad de la empresa. Sin embargo, el gerente de Ransa explica que es necesario fortalecer los servicios de logística y transporte en el caso de productos secos.

Dentro de sus clientes tradicionales están, entre otros, cadenas de alimentos, productoras de alimentos congelados y productoras industriales, como fábricas de pañales a las que les administran centros logísticos en Gachancipá y con las que operan el centro logístico de Tocancipá, que es propiedad de Ransa.

Es claro quelas posibilidades de Colombia en materia logística son muchas; básicamente porque las tareas por hacer en este frente son desafiantes. Según el más reciente informe Connecting to Compete 2016 del Banco Mundial el desempeño del país en estas actividades es uno de los peores de la región. El país ocupó el puesto 96 entre 160 economías estudiadas; esto lo pone como el último de la región en materia logística.

Ese es el potencial que Zetola ve para Ransa en Colombia. “Queremos estar en las grandes ciudades y en las intermedias. Vemos un potencial en Colombia como para tener ventas cercanas a los US$200 millones anuales a partir de 2020 o 2021”, comentó el ejecutivo.

“Hemos venido para quedarnos, la logística es lo que hacemos y es lo que tenemos para aportar en el desarrollo de la industria. Creemos que en general vienen cosas buenas para el país”, señaló.

Recordó que el año pasado quedó en evidencia la importancia de la logística para cualquier país, refiriéndose al paro camionero que golpeó duramente todo el aparato productivo y señaló que la situación fue tan crítica que tuvieron en algún momento que parar la operación, básicamente porque había mucha mercadería represada en los puertos y los centros logísticos.

Es claro que Colombia muestra muchas deficiencias en su sistema logístico, lo que básicamente significa mayores costos para los empresarios. Compañías como Ransa apuestan por ofrecer servicios que les permitan a sus clientes no solo reducir costos sino concentrarse en sus nichos de negocio, con el objetivo de mejorar la productividad.

Que detrás de esta compañía esté uno de los más poderosos grupos peruanos muestra que desde el exterior están viendo enormes potencialidades económicas en Colombia. En una época de pesimismo generalizado e incertidumbre, este tipo de apuestas abren una luz de esperanza sobre el futuro del país.

Fuente: Revista Dinero

Imagen: Archivo Revista Dinero

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