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ECONOMÍA: Fondo Monetario Internacional bajó la proyección del PIB por cuarta vez en el año

Fondo Monetario Internacional bajó la proyección del PIB por cuarta vez en el año

El crecimiento de la economía será de 1,7% para 2017, según el organismo multilateral
La idea de un crecimiento igual o superior a 2% en 2017 quedó descartada para el Fondo Monetario Internacional (FMI), puesto que en su más reciente versión del informe ‘Perspectivas de la economía mundial’ publicado ayer, el organismo ubicó su proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) colombiano para este año en 1,7%.
Sin embargo, la caída no es una sorpresa, pues ha sido el denominador común este año. En enero, la proyección del FMI era de un crecimiento de 2,6%. Tres meses después, en abril, pasó a 2,3%. En julio, volvió a bajar 0,3 puntos porcentuales y se ubicó en 2%. Esto significa que durante 2017, la proyección de crecimiento del PIB para el país, además de haber sido ajustada a la baja en cuatro ocasiones, ha caído 0,9 puntos porcentuales. Para el organismo multilateral, se prevé el crecimiento de 1,7% “en medio de un continuo ajuste debido a menores ingresos”. No obstante, la entidad también señaló que en este año se ha visto un mayor gasto en infraestructura, una reforma tributaria favorable a la inversión y se espera que la confianza del acuerdo de paz aumente el crecimiento a 3,5% en el mediano plazo. Juan Camilo Cárdenas, decano de economía de la Universidad de los Andes, señaló que la confianza es vital para generar crecimiento, pero el sentimiento que está en la economía es lo contrario. “Hay pesimismo en mucha gente con el proceso de paz, situación que también la está percibiendo los inversionistas. Los precios del petróleo no despegan, la industria extractiva está muy conservadora y mientras nuestro crecimiento dependa tanto de los commodities y no haya promesas de inversión a largo plazo, pareciera que todo está en un tono de mucha preocupación”. Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, indicó que, además de que las proyecciones del FMI muestran la tendencia de reajuste en las expectativas de crecimiento a la baja, son el reflejo de que el país está enfrentando un año económico difícil y no se ha logrado una reactivación en el segundo semestre. Desde su perspectiva, algunas de las causas son “el choque por la caída de los precios del petróleo, situación que generó un problema de ingresos importante; el segundo tema es el de confianza, puesto que el optimismo influye para que una economía avance o se detenga y los índices de confianza del consumidor son de los más bajos en décadas. Todo esto se ve alimentado de los escándalos de corrupción, la polarización política que aumenta en campaña electoral”, dijo Sepúlveda. De hecho, si se tienen en cuenta las demás proyecciones de los organismos multilaterales, “todos coinciden en que la tasa de crecimiento es baja”, como afirmó el profesor Jorge Iván González. La previsión más alta la ostenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) con 2,2%; seguida de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) con 2,1%, y el Banco Mundial con 2%. El Gobierno espera que llegue también a 2%, mientras que el Banco de la República está inclusive por debajo de las proyecciones del FMI con 1,6%.
El crecimiento de la economía será de 1,7% para 2017, según el organismo multilateral
La idea de un crecimiento igual o superior a 2% en 2017 quedó descartada para el Fondo Monetario Internacional (FMI), puesto que en su más reciente versión del informe ‘Perspectivas de la economía mundial’ publicado ayer, el organismo ubicó su proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) colombiano para este año en 1,7%. Sin embargo, la caída no es una sorpresa, pues ha sido el denominador común este año. En enero, la proyección del FMI era de un crecimiento de 2,6%. Tres meses después, en abril, pasó a 2,3%. En julio, volvió a bajar 0,3 puntos porcentuales y se ubicó en 2%. Esto significa que durante 2017, la proyección de crecimiento del PIB para el país, además de haber sido ajustada a la baja en cuatro ocasiones, ha caído 0,9 puntos porcentuales. Para el organismo multilateral, se prevé el crecimiento de 1,7% “en medio de un continuo ajuste debido a menores ingresos”. No obstante, la entidad también señaló que en este año se ha visto un mayor gasto en infraestructura, una reforma tributaria favorable a la inversión y se espera que la confianza del acuerdo de paz aumente el crecimiento a 3,5% en el mediano plazo. Juan Camilo Cárdenas, decano de economía de la Universidad de los Andes, señaló que la confianza es vital para generar crecimiento, pero el sentimiento que está en la economía es lo contrario. “Hay pesimismo en mucha gente con el proceso de paz, situación que también la está percibiendo los inversionistas. Los precios del petróleo no despegan, la industria extractiva está muy conservadora y mientras nuestro crecimiento dependa tanto de los commodities y no haya promesas de inversión a largo plazo, pareciera que todo está en un tono de mucha preocupación”. Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, indicó que, además de que las proyecciones del FMI muestran la tendencia de reajuste en las expectativas de crecimiento a la baja, son el reflejo de que el país está enfrentando un año económico difícil y no se ha logrado una reactivación en el segundo semestre. Desde su perspectiva, algunas de las causas son “el choque por la caída de los precios del petróleo, situación que generó un problema de ingresos importante; el segundo tema es el de confianza, puesto que el optimismo influye para que una economía avance o se detenga y los índices de confianza del consumidor son de los más bajos en décadas. Todo esto se ve alimentado de los escándalos de corrupción, la polarización política que aumenta en campaña electoral”, dijo Sepúlveda. De hecho, si se tienen en cuenta las demás proyecciones de los organismos multilaterales, “todos coinciden en que la tasa de crecimiento es baja”, como afirmó el profesor Jorge Iván González. La previsión más alta la ostenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) con 2,2%; seguida de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) con 2,1%, y el Banco Mundial con 2%. El Gobierno espera que llegue también a 2%, mientras que el Banco de la República está inclusive por debajo de las proyecciones del FMI con 1,6%.

Eduardo Sarmiento, director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería, afirmó que el FMI se había retrasado en hacer esta reducción, e incluso, señaló que desde su punto de vista, el crecimiento va a estar más cerca de 1,5%. “Tiempo atrás se sabía que la economía no podía tener un crecimiento de 2% cuando el de primer trimestre se ubicó en 1,2% y en el segundo 1,3%, y la economía no despega. No cabe duda de que el crecimiento del PIB va a ser menos de 2% porque no están las condiciones fiscales, monetarias y de balanza de pagos para que tenga un mejor desempeño”, aseguró Sarmiento. Aunque para el FMI, a mediano plazo la economía podría crecer 3,5%, González hizo énfasis en que hay que subir el gasto público y la inversión en el sector agropecuario. “Para lograr la recuperación de la economía, en el agro tienen que haber políticas agresivas de crédito, de vías y de asistencia técnica. No se puede bajar el gasto público”, señaló. Para el FMI, “ la implementación de la agenda de proyectos de infraestructura del Gobierno ayudaría a reducir la brecha histórica en ese aspecto, fomentaría la inversión privada y ayudaría a los exportadores a acceder a los mercados”, destacó el documento. ¿Cómo le fue a los países de la región? El Fondo Monetario Internacional (FMI) subió ligeramente su proyección para el crecimiento económico de América Latina y el Caribe a 1,2% para 2017, luego de que en julio estuviera en 1%. Bolivia volvió a quedar como el país que más va a crecer (subió 0,2 puntos y se ubicó en 4,2%), seguido de Paraguay (que pasó de 3,3% en julio a 3,9%); Uruguay, que tenía una proyección de 1,6%, la dobló (3,5%) y Argentina, que subió una décima respecto a julio, se ubicó en 2,5%.
Fuente: La República Imagen: Archivo La República Ver artículo original
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