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ECONOMÍA: Radiografía de los $3,1 billones recaudados por peajes en 2017

Radiografía de los $3,1 billones recaudados por peajes en 2017 Los recursos fueron pagados en las 127 casetas concesionadas por la Agencia Nacional de Infraestructura. Los puntos ubicados en las salidas de Bogotá, los más transitados.

husacá, Andes, Guarne, Chinauta, Pipiral, Boquerón 1, Gualanday, Siberia, Río Bogotá y Naranjal.

Estos fueron los 10 peajes concesionados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) que más dinero recaudaron en el 2017, según el último informe publicado por dicha entidad.

En total, los puntos de recaudo que los concesionarios tienen a su cargo ascienden a 127, cuyo recaudo total ascendió a casi 3,1 billones de pesos, cifra que el año pasado había llegado aproximadamente a 2,6 billones de pesos, mientras que en el 2015 fue de 2,34 billones. Sin embargo, es importante aclarar que dichas cifras no son comparables, si se tiene en cuenta que –entre un año y otro– entraron en funcionamiento más casetas y/o se hicieron traspasos de las mismas, por lo cual el recaudo no fue regular todos los meses de ambas vigencias. RADIOGRAFÍA Las cifras recopiladas por la ANI dan cuenta, además, que del ‘top’ 10 de puntos con mayores recaudos, 9 corresponden a salidas de Bogotá, siendo las de la vía al Llano los que más generaron ingresos: Pipiral, Boquerón 1 y Naranjal. De hecho, incluyendo otros cinco a la lista, es decir contando el ‘top’ 15 de todo el escalafón, estos peajes recaudaron algo más de 1,1 billones de pesos durante el año pasado, lo que es más del 30 por ciento del total. Es más, solo entre septiembre y diciembre pasados (épocas de alta afluencia en las vías, debido a la semana de receso de octubre y los diferentes festivos de noviembre y diciembre), las 127 casetas recaudaron casi 800.000 millones de pesos más, si se tiene presente que, a septiembre, dicha cifra iba en 2,3 billones de pesos. Estos dineros se multiplican año tras año y son girados a las respectivas concesiones cuando estas entregan tramos de las vías ya terminados y en operación.  El diagnóstico de que esto es una realidad debe ser evaluado por la entidad adjudicataria y las interventorías de los proyectos; entre tanto, dichos recursos se van a una fiducia que –después– se giran a los consorcios, durante los 25 o 30 años que dura la concesión, según cada proyecto. Entre tanto, los concesionarios van trabajando con dineros conseguidos por medio de créditos u otros recursos de préstamos, mientras van avanzando en las obras. La ANI y el Mintransporte recordaron que el pago de peajes es lo que financia buena parte de las obras, cifra que en algunos casos puede llegar al 50 por ciento. Si se trata de asociaciones público-privadas (APP) de iniciativa pública, el Estado hace aportes por diferentes fuentes, mientras que en los proyectos de iniciativa privada, estas se financian enteramente con peajes, tasas y negocios, y no con recursos públicos. De hecho, en los últimos meses se ha debatido sobre la importancia de estos puntos de cobro para la financiación de las obras, además de que el modelo de pago en las APP adoptado por Colombia desde el 2011 –que es a largo plazo– ha sido aplaudido por distintas instituciones privadas y multilaterales de todo el mundo. COBRO VS. AVANCES Ahora, si se observa la comparación entre el cobro de los peajes y los avances de las distintas concesiones de cuarta generación (4G), se observa, por ejemplo, que en el caso de Chusacá (el de mayor recaudo) que la iniciativa privada tercer carril Bogotá-Girardot inició este año su etapa de construcción, pero durante todo el 2017 trabajó en mantenimiento y rehabilitación de ese tramo. Caso similar sucede con el peaje de Los Andes, que recaudó 116.595 millones de pesos en el 2017, pero apenas hace unos meses cambió de dueño y, por ende, de recaudador. Esto sucedió en diciembre del año pasado, cuando Devinorte le reversó la vía a la ANI y esta, inmediatamente, se la entregó al nuevo concesionario, Accenorte, quien la tendrá hasta el 2042. Sin embargo, para acceder a estos recursos deberá ampliar la Autopista Norte y la carrera 7.° desde la calle 245 hasta La Caro. Por su parte, los peajes de Pipiral, Boquerón 1 y (pertenecientes a la carretera Bogotá – Villaviencio) recibieron un poco más de 220.000 millones de pesos en la vigencia 2017, pero el avance en sus obras es de más del 90 por ciento. De hecho, solo le queda faltando el puente de Chirajara, que se desplomó a inicios de este año.

Fuente: Portafolio Imagen: Archivo Portafolio Ver artículo original]]>