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INFRAESTRUCTURA: La vía Cambao-Manizales, el sueño del norte del Tolima que está en veremos

La vía Cambao-Manizales, el sueño del norte del Tolima que está en veremos Gustavo Muñoz es un campesino que habita en la vereda Ventanas, en las laderas del nevado del Ruiz, en Murillo. Tiene 65 años y recuerda que desde su infancia ha escuchado hablar sobre el mejoramiento del corredor vial Cambao-Armero-Líbano-Murillo (Tolima) y La Esperanza-Manizales (Caldas). El sueño de toda una región. Esta ilusión parece desmoronarse desde que la concesionaria Alternativas Viales, a cargo del proyecto que hace parte de las asociaciones público-privadas (APP), demandó a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ante un tribunal de arbitramento y solicitó la liquidación del contrato por $527.068 millones que habían firmado en julio de 2015, en presencia del entonces vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras. Su argumento es que, aunque la APP ha venido cumpliendo en el mantenimiento de la vía, no ha iniciado la etapa de construcción en el corredor Murillo-Manizales, pues no ha podido hacer el cierre financiero ya que no cuenta con los permisos ambientales. El lío es con Parques Naturales Nacionales de Colombia (PNNC). Este organismo sostuvo que, hace tres meses, la concesionaria cambió los estudios y amplió el ancho de la vía. Por eso emitió un concepto según el cual en esos tramos las obras de intervención, ampliación y mejoramiento invadirían parte del Parque de los Nevados y causarían un grave impacto ambiental. “Estamos luchando por la vía, pero es algo que debe revisarse, porque tenemos que propugnar por el cuidado ambiental, y si hay un impacto, este debe ser mínimo”, explicó Gillest Trujillo, asesor jurídico del grupo Defensa de la Vía. “Ojalá se cuadren las cosas con el Gobierno. Esta es una carretera muy central y necesitamos ese servicio para sacar la leche y la papa para Manizales, El Líbano e Ibagué”, dice Gustavo Muñoz, cultivador de la zona. A la petición se une Wilson Martínez, quien habita en el sector del río Lagunilla. Señala que los carros ya no entran porque lo que queda de carretera está sumamente deteriorado. “Ojalá el Gobierno nos colabore”, añade. Por su parte, Carlos Fernando Méndez, directivo de la concesionaria, explica que la obra se compone de cinco tramos. En tres de ellos vienen haciendo un mantenimiento vial, pero “continuar el proyecto sólo en tres tramos no cumple con el objeto, que es conectar esta zona del Tolima con Manizales”, recalca el funcionario. De los cinco tramos, uno va de Cambao a Manizales y está compuesto por cinco zonas a intervenir: Ibagué-Armero, con 76 kilómetros de rehabilitación; Cambao-Armero-Mariquita-Honda, con 70 kilómetros de mejoramiento y rehabilitación; Armero-Líbano-Murillo, de 55 kilómetros; Murillo-Alto de Ventanas, de 24 kilómetros, y Alto de Ventanas-Termales del Ruiz-La Esperanza, de 29 kilómetros. En estos tres últimos se realizarán obras de mejoramiento. El ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, dijo en su visita a Ibagué a finales de junio que se analizan alternativas para hacer intervenciones prioritarias mientras el tribunal de arbitramento resuelve el asunto. Puso como ejemplo el corredor vial entre Armero y El Líbano, altamente deteriorado. Pero para Miguel Salavarrieta, defensor de la vía, está es una propuesta agridulce, por la idea de continuar con construcciones o arreglos parciales. “Todo depende de la decisión del tribunal de arbitramento, que puede ordenar la liquidación del contrato, continuarlo en los términos concebidos o que se haga una conciliación para los arreglos parciales”, dice Salavarrieta. La situación ha generado polémica y ha llevado a que alcaldes del norte del Tolima, las gobernaciones de Caldas y Tolima, congresistas, diputados y otros líderes conformen un frente común cuyo objeto es dar la batalla para lograr que el Gobierno Nacional no reverse el proyecto. Durante una reunión en Líbano, en la que se hicieron presentes voceros de Caldas y Tolima, se registraron varios pronunciamientos. Uno de ellos fue del diputado Carlos Reyes, quien manifestó que, si es necesario, se acudirá a las vías de hecho. Para el alcalde de la población, Germán Castellanos, la obra vial es necesaria porque traería una dinámica diferente en el sector de la economía, especialmente en los sectores cafetero, aguacatero y platanero. “Es una alternativa. Además es un proyecto anunciado y un compromiso”, manifestó. La alcaldesa de Murillo, Martha Sánchez, piensa que la vía ayudará a promover los municipios comprendidos, su parte turística, y es una estrategia de acercamiento a las comunidades campesinas. Además representa la competitividad y progreso. Según Hugo Poveda, director de Inficaldas, se requiere la instrumentación necesaria, en este caso el eje vial, para desarrollar dos proyectos de vinculación interregional: la red de geoparques y el paisaje cultural cafetero, en unión al Gobierno Nacional. “La vía se convierte en un eje de desarrollo que fortalecería la hermandad de Caldas y Tolima y representa desarrollo turístico, agrario y campesino”, explica. Fuente: El Espectador Imagen: Archivo El Espectador Ver articulo original]]>