Infraestructura

INFRAESTRUCTURA: Los protocolos que implementó Hidroituango para no frenar la obra

INFRAESTRUCTURA: Los protocolos que implementó Hidroituango para no frenar la obra

Por los riesgos que aún representa, el proyecto Hidroituango no puede frenar aún en tiempos de confinamiento obligatorio.   Por eso, el consorcio constructor CCC Ituango y EPM, contratista de la megaobra que soportaría el 17% de la demanda energética nacional, definieron un estricto protocolo para evitar que la covid-19 llegue a la obra ubicada en el Norte antioqueño. William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM, explicó que desde el 16 de marzo las directivas tomaron la decisión de excluir de los frentes de obra a 250 personas, todos mayores de 60 años con antecedentes de enfermedades crónicas. Buscaron a su vez hacer turnos de 28 días para evitar contactos con el exterior. Quedaron, entonces, 1.600 —incluido personal del consorcio, interventoría, asesores, EPM y servicios varios— con los que se priorizaron los frentes críticos que no podían parar: operación del vertedero, el bombeo de la casa de máquinas, el pretaponamiento del túnel derecho, la descarga intermedia y el lleno de oquedades (ver recuadro). Con la excepción 18 del Decreto 457 (obras que no pueden suspenderse), se amplió el contingente con 500 empleados. En este momento laboran 3.200. VIGILANCIA ESTRICTA Giraldo explicó que a la fecha no han registrado ningún caso confirmado por covid-19. “Buscamos que no nos contagiemos, sabemos que no es fácil. Es una tarea compleja pero pensamos que entre más se demore el contagio, mucho mejor para aplanar al máximo la curva”, dijo. Por ejemplo, el 12 de marzo pasado EPM informó que la prueba de coronavirus realizada a un trabajador del proyecto resultó negativa. Este confirmó haber tenido contacto estrecho con su familia llegada de España y registraba un cuadro gripal. Fue aislado en su residencia en Briceño, lo que generó polémica.

Giraldo explicó que todos los días cada trabajador debe realizar una encuesta desde el celular en la que se verifica cómo está de salud física, si tiene algún síntoma sospechoso, si tiene estrés y si está en condiciones de seguir laborando. Estos datos son analizados por los médicos del proyecto y, según la información, se examina al trabajador. De detectar algún síntoma sospechoso, se aísla y es remitido a su casa o EPS. También se diligencian dos encuestas más: una al salir y otra al entrar al proyecto. En esta última se pregunta por estado de salud, sintomatología previa, si ha tenido nexo con algún extranjero, algún infectado y se indaga por personas cercanas en los últimos 14 días y cuál es su grupo familiar completo. Asimismo, a la persona que entra se le hace control de temperatura y chequeo médico para verificar sus condiciones, procedimiento que se repite en campamentos. En estos y en los restaurantes se intensificaron medidas de desinfección y distanciamiento social. Desde el 16 de marzo se cerraron gimnasios, bibliotecas, piscinas y espacios comunes. Asimismo, desde la semana pasada el tapabocas es obligatorio y todos los carros reciben aspersión. En el proyecto laboran siete médicos, un grupo de paramédicos y hay cuatro ambulancias. No hay hospital ni posibilidad de hacer pruebas, por ello, las personas con algún síntoma serán remitidas. El cambio de turno fue acompañado por representantes de los ministerios de Interior y Minas Energía. Además, recibieron la visita de la Procuraduría provincial y la Gobernación para verificar el plan de contingencia que no puede fallar porque la megaobra no puede parar .   Fuente: El Colombiano Imagen: Archivo El Colombiano Ver artículo original Volver a página de inicio]]>