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MEDIO AMBIENTE: Una flota de vehículos carbono neutro rueda por Colombia

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Una flota de vehículos carbono neutro rueda por Colombia Los 1.200 vehículos de Cemex Colombia producen 120.000 toneladas de C02. Para compensar el impacto ambiental, la empresa le apostó a un proyecto de reforestación de 480.000 árboles. Mauricio Rodríguez, director general de C02Cero, una empresa dedicada a proyectos para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero, con sede en Bogotá, cuenta que antes de que el gobierno estableciera el impuesto al carbono, $15.000 pesos por cada tonelada de C02 emitida, le tocaba “ir con rodilleras a todas las reuniones” para tratar de convencer a los gerentes de involucrarse en proyectos para combatir el cambio climático. Como no era una obligación, recuerda Mauricio, la mayoría de empresas prefería invertir dinero en fiestas, campañas publicitarias, reinados, fútbol y otras actividades. Desde que se impuso el impuesto, todos los días recibe llamadas de personas interesadas en ponerse al día con el planeta y compensar de alguna manera las toneladas de C02 que produce su empresa. El Decreto 926, con el que se reglamentó el impuesto incluido en la última reforma tributaria, obliga a las empresas a pagar $15.000 pesos por cada tonelada de C02, pero también ofrece la opción de apostar por un proyecto de captura de carbono certificado y compensar sus emisiones. Ese fue el camino que decidió tomar Cemex Colombia. Este fin de semana, la compañía anunció que toda su flota de camiones, que suma unos 1.200 vehículos, pasó a ser carbono neutro. Es decir, que con el apoyo de un proyecto de reforestación a cargo de la compañía C02Cero, unos 480.000 árboles se encargarán de capturar las 120.000 toneladas de C02 que produce esa flotilla cada año. Camilo Sánchez, gerente ambiental de Cemex Colombia, cuenta que en la empresa, desde hace más de una década, “nos involucramos en la lucha contra el cambio climático” a través de la sustitución de carbón por cascarilla de arroz como combustible de la principal planta de cemento del país con sede en Ibagué. Allí se produce cerca del 20 % del cemento que utiliza Colombia. Hoy, calcula, un 11 % de la energía de la planta procede de biomasa. Pero la producción del cemento representa apenas una fracción de la huella de carbono de la compañía. El transporte, por el consumo de diésel, es responsable de otra parte. De ahí la decisión de compensar las emisiones. “La compañía busca que los recursos vayan a un proyecto de reforestación que nos garantiza el ciento por ciento de captura de nuestras emisiones, pero al mismo tiempo genera empleo para personas que han vivido problemas de violencia”, subraya Sánchez. Mauricio Rodríguez resaltó el esfuerzo de Cemex: “En este ejercicio hubieran podido hacer sus compensaciones afuera, porque el decreto del gobierno permite hacerlo en otros países hasta diciembre. Eso fue resultado del lobby de las aerolíneas. Pero no tiene lógica pagar impuestos en China o India, en lugar de estar apoyando proyectos colombianos”. En efecto, al apostar por un proyecto de compensación de emisiones en Colombia, una empresa puede reducir entre 10 y 20 % la cantidad de dinero que tendría que pagar directamente por el impuesto al carbono. Pero ante el exceso de oferta de bonos de carbono que existe en este momento en el mundo, se pueden conseguir proyectos en otros países que reducirían la inversión hasta en un 90 %. “Si hubiéramos querido hacer un ahorro podíamos comprar bonos en el exterior. Lo que hicimos fue buscar un proyecto en Colombia que generara reforestación y diera opciones en el posconflicto”, confirma Sánchez. En un evento organizado por el Ministerio de Hacienda y el Banco Mundial, en Bogotá, hace dos semanas, se destacó el esfuerzo de Colombia al crear un impuesto al carbono y destinar ese dinero a la conservación de fuentes hídricas y a la protección de ecosistemas. “Ese impuesto nos va a generar este año cerca de USD 250 millones. Ya llevamos recaudado aproximadamente un 50 % de ese monto anual. Estamos gravando esencialmente todos los combustibles fósiles”, señaló en el foro el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. Por el lado de las empresas que decidan no pagar y apostar a proyectos de captura de carbono, se podrían compensar unas dos millones de toneladas de C02. Fuente: El Espectador Imagen: Archivo El Espectador Ver artículo original  ]]>