Habrá paso provisional por la vía La Bonita, en el suroeste de Antioquia
Desde el 17 de mayo, las autoridades ordenaron el cierre de la vía La Bonita que comunica a los municipios de Fredonia, Venecia y Amagá porque la banca se hundió 30 metros debajo de su altura normal. Tras casi dos meses de trabajo por parte de ingenieros de la Secretaria de Infraestructura, este jueves se anunció la apertura provisional.
“Hace unos 40 días vinimos aquí a Fredonia, al alto de La Bonita, donde la carretera se había derrumbado completamente, era solo pantano, no teníamos una solución precisa”, dijo el gobernador Luis Pérez.
Tras la visita del gobernador a la zona este jueves, se comunicó la noticia de la apertura de la vía que beneficiará a los productores de café, propietarios de fincas y a la comunidad en general que tenían que tomar rutas alternas para ir a Medellín o viceversa.
Vehículos particulares y livianos, y de transporte público de menos de cinco toneladas podrán circular por la vía, de acuerdo con los horarios que se establezcan para satisfacer las necesidades de movilización de la población. Estos horarios los determinarán los alcaldes de Venecia, Amagá y Fredonia.
Para los arreglos de la vía se destinaron $2.600 millones. En un principio se creyó que la solución debía de ser un viaducto que podría tomar cuatro o cinco años para su construcción. Sin embargo, los trabajos lograron recuperar la banca.
Quienes pretendían llegar a Medellín desde la zona afectada, debían de tomar rutas alternas que les podía tomar una hasta cinco horas más de un recorrido normal.
Las afectaciones a la vía se produjeron por el represamiento de agua en la tierra que provocó el movimiento de esta misma y su hundimiento. Esta no sería la primera vez que se presenta una falla en este sector, en 1984 ocurrió una emergencia igual.
Esa temporada de lluvias provocó estragos en parcelaciones de fincas y el cierre de la vía suscitó el aumento de los precios de los productos de la canasta familiar y el combustible porque comenzaron a escasear, además, de la falta de ingresos de los campesinos de la zona que no tenían cómo movilizar sus productos para venderlos.
Fuente: El Espectador
Imagen: Archivo El Espectador
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