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BOGOTÁ: Revive propuesta de instalar peajes dentro de la capital

Peajes dentro de la capital se revive propuesta para ser instalados
De acuerdo con Christopher Zegras, experto del MIT, esta es la única manera de reducir la congestión en Bogotá a corto plazo Peajes dentro de la capital. Aunque cobrar por el uso de la infraestructura vial en Bogotá con el fin de desestimular el uso de los vehículos particulares no es una propuesta completamente nueva […]

De acuerdo con Christopher Zegras, experto del MIT, esta es la única manera de reducir la congestión en Bogotá a corto plazo

Peajes dentro de la capital. Aunque cobrar por el uso de la infraestructura vial en Bogotá con el fin de desestimular el uso de los vehículos particulares no es una propuesta completamente nueva para intentar descongestionar a la capital del país, el debate vuelve a estar sobre la mesa.

Para Christopher Zegras, profesor asociado de transporte y planeación urbana del departamento de estudios urbanos y planeación de MIT, en Estados Unidos, la única manera de reducir el tráfico de Bogotá en el corto plazo, es instalando peajes dentro de la ciudad.

De acuerdo con el experto, esta medida ha tenido resultados positivos en las ciudades donde se ha implementado, como por ejemplo en Singapur, Londres (Inglaterra) y Estocolmo (Suecia).

“Hay que financiar el sistema de transporte de manera holística, y seguramente los usuarios del transporte privado hoy no están pagando el costo real que significa manejar en la ciudad. Ese es un recurso perdido que puede ser reinvertido en el transporte público, e incluso en subsidiar las tarifas de las personas con menores recursos para que se logre tener un sistema más equitativo”, señaló Zegras, en diálogo con Portafolio.

Además, destacó que esa estrategia ya no requiere una alta inversión en obras asociadas al cobro de las tarifas (como casetas por ejemplo), puesto que se ese recaudo se puede controlar a través de dispositivos móviles y aplicaciones.

“La tecnología existe, lo que haría falta es voluntad política. Para el caso de Colombia sería interesante analizar el caso de Estocolmo, que tiene un sistema democrático en el que el cobro se implementó como piloto y al final la población votó a favor. Además, en una ciudad como Bogotá, la ecuación política sería favorable porque la mayoría de los usuarios del sistema de movilidad de la ciudad no usan automóvil”, concluyó Zegras.

De hecho, se calcula que menos del 20% de los habitantes de la capital se mueven en vehículo particular, generalmente. Sin embargo, con la limitada malla vial existente, eso ha sido suficiente para que la capital esté posicionada como la ciudad más congestionada de América Latina, de acuerdo con el ranquin ‘INRIX Global Traffic Scorecard’.

Por su parte, José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, no coincide con la visión de Zegras.

“A pesar de los adelantos tecnológicos que permitirían detectar a un automóvil que entre a una zona o autopista con restricción, lo que se generaría en Bogotá es una desviación del tráfico a otras vías que no podrían soportar ese nivel de tráfico”, 
aseguró el experto.

Además, Rojas subrayó que el sistema de transporte público “no es atractivo para que las personas que usualmente se mueven en automóvil, se bajen de él y se suban al bus”.

En ese sentido, el académico opina que hay que tomar consciencia de que “el trancón no desaparecerá en el corto o mediano plazo” y que se requiere tomar decisiones de fondo que complementen la regulación y la infraestructura, para que la ciudad no colapse. Pero eso debe pasar en estos dos años. “Encarecer el transporte privado mientras no se mejore el transporte público, es una solución que solo agrava el problema”, concluyó.

EL PAPEL DE LAS ‘APPS’

Para Zegras, es importante que las autoridades de Colombia cambien su visión respecto a las plataformas de transporte privado como Uber y Beat en el país, ya que considera que prohibir la circulación de estos vehículos es una visión “cortoplacista y poco realista”.

No obstante, señaló que se debería encontrar la manera de exigirle a esas empresas que compartan información sobre el comportamiento de los usuarios, que es muy
útil para generar estrategias de planificación sobre movilidad.

“Evidentemente esas compañías deben proteger la privacidad de su negocio, pero hay que definir un nivel de transparencia y de uso común de datos para el bien público, como, por ejemplo, conociendo cuáles son los orígenes, destinos, tiempos de viaje y niveles de congestión. Esos datos son muy importantes y la autoridad pública está muy detrás de las empresas en ese aspecto”, concluyó.

Fuente: Portafolio

Imagen: Archivo Portafolio

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