Transporte Transporte de pasajeros

TRANSPORTE: Metro de Medellín afronta su viaje más difícil: pasajeros se redujeron 87 %

TRANSPORTE: Metro de Medellín afronta su viaje más difícil: pasajeros se redujeron 87 %

“No son predicciones, solo aproximaciones que hemos tratado de simular porque todos los días la situación cambia”  

La afluencia de pasajeros al Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá (Sitva) se ha visto afectada por las medidas de trabajo en casa y aislamiento social adoptadas por los gobiernos locales y nacionales en el marco de la emergencia social y económica por la covid-19. La disminución de los pasajeros redunda en una merma de los ingresos durante el tiempo que dure la medida y la posterior recuperación económica. Según estimó la empresa, la reducción de viajes generadores de ingresos es de 87 %, pasando de 1.060.471 viajes pagos el último día típico laboral antes de la contingencia (13 de marzo) a 142.650 viajes pagos el lunes 6 de abril. Con respecto al comportamiento de los ingresos, ese de 13 marzo fueron de $1.621 millones. El 2 de abril, última métrica disponible en los datos suministrados, las arcas solo recibieron $192 millones. En relación a la caja durante los fines de semana, mientras el sábado 14 y el domingo 15 de marzo se recaudaron $1.804 millones, el fin de semana del 28 y 29 de marzo se recogieron $235 millones. “Seguimos prestando el servicio para conectar a la ciudad en esta contingencia que no tiene ningún tipo de precedente en los 25 años de historia del Metro del cual hubiéramos podido echar mano para tomar decisiones. Todo el mundo ha tenido que tomar decisiones sin experiencia y sin información previa”, dijo Tomás Elejalde Escobar, gerente del Metro, en entrevista virtual con medios. Añadió que las medidas tomadas, en todo caso, buscan proteger a los usuarios y al personal de la empresa.
Las crudas previsiones
Elejalde dijo que para que la empresa pueda seguir teniendo un impacto social y ambiental se debe soportar sobre finanzas saludables. Para solo mencionar dos hechos dicientes: las 10 líneas del Sitva movilizaron en 2018 el equivalente a 71 veces la población del Valle de Aburrá (fueron 298 millones ese año), además, el sistema evitó la emisión de 483.393 toneladas de CO2 a la atmósfera, beneficio estimado en $72.509 millones. Cabe aclarar que 90% de los ingresos de la empresa dependen del recaudo de las tarifas, según Carolina Leyva Villegas, gerente Financiera del Metro. Por eso la empresa hizo una proyección de los escenarios de afluencia basado en tres aspectos: caracterización de los usuarios, revisión de los efectos económicos y sus consecuencias en la demanda de transporte masivo, y un modelo de propagación de la pandemia realizado por las autoridades de salud, pero adaptado para la estimación de la demanda propia. Sobre los usuarios, si se comparan las cifras tomando como referencia el 27 de febrero (antes de la emergencia) y el 25 de marzo (durante la emergencia), los estratos uno y dos ganaron representación en la distribución por estratos. Estos dos son los más beneficiados con las condiciones de la red y el precio. El número de pasajeros de los estratos uno y dos se incrementaron en 3,66% y 5,58%, respectivamente; mientras que los de estratos tres (-4,59%), cuatro (-2,8%), cinco (-1,6 %) y seis (-0,25%) disminuyeron. Sobre la demanda de transporte, la evidencia en otros metros del mundo muestra que en la medida en que se incrementa el pico de contagios las medidas son más restrictivas del transporte público. Según datos de Moovit (aplicación móvil de transporte público en el mundo), al 2 de abril las reducciones de pasajeros movilizados en los metros del mundo eran de 89,6 % en Milán; 89,5% en Roma; 78,7 % en Barcelona; y 79,7 % en Santiago (ver más detalles de otros metros en el recuadro). Basado en esas métricas, el Metro espera que para el cierre de 2020 se recauden $309.776 millones por concepto de servicio de transporte, 46 % menos de lo planificado inicialmente para la vigencia. La disminución se proyecta teniendo en cuenta un escenario conservador. En este se presupuesta que a partir de mayo haya un incremento de la demanda moderado teniendo en cuenta las medidas del gobierno para la reactivación de la economía, por lo que se espera obtener un cumplimiento de la demanda del 56% a diciembre. En ese escenario conservador, y aún con las variaciones de un panorama tan cambiante, la empresa de transporte considera que podría recuperar sus ingresos promedio mensuales solo hasta enero de 2022. Esa proyección moderada de los ingresos contempla que la afluencia crecería con variaciones mensuales históricas y las tarifas con la inflación proyectada (4 %). “No son predicciones, solo aproximaciones que hemos tratado de simular porque todos los días la situación cambia”, aclaró Leyva. Elejalde, por su parte, indicó que este es el panorama con los números que tienen disponibles hoy. “Mañana, con una decisión del gobierno nacional o con una situación externa, todo puede cambiar radicalmente. Esta es la cuarta o quinta versión que hacemos del análisis del problema en los últimos días”, acotó. Por ejemplo, el lunes pasado el presidente Iván Duque dijo que los sistemas de transporte masivo “no deben ser foco de propagación” y, por lo tanto, deberán operar con protocolos estrictos y sin tener una capacidad superior al 35%”.
Consecuencias
Elejalde reconoció que el panorama es difícil y que financieramente generará “un hueco enorme”, pero mencionó que por directrices de la Junta Directiva, en la que tienen lugar la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, los esfuerzos se centran en cuidar el talento humano de la empresa y conservar el empleo. Dijo que para sobrellevar la crisis y tratar de tender un puente entre marzo de este año y enero de 2022 (momento en el que se presupuesta recuperar los niveles de ingresos que se tenían antes de la emergencia), se aprobaron dos estrategias. La primera, autorizada por la junta, es acudir al endeudamiento para soportar los gastos fijos. Dijo que la ley le permite al Metro endeudarse hasta el 10 % de los ingresos corrientes presupuestados para cada año, es decir, unos $100.000 millones para 2020. La otra decisión, indicó, fue el aplazamiento de planes, proyectos e inversiones en 2020 que iban a ser apalancados por los excedentes de caja de la operación del metro. Entre ellos se citan la ampliación de más estaciones y la compra de 12 trenes y 24 módulos tranviarios. No quiere decir que la adquisición de ese material rodante no se hará, sino que se buscarán alternativas como cofinanciación de la Nación acudiendo a la Ley de Metros, tal como quedó consignado dentro del Plan de Desarrollo nacional 2018-2022. No se afectarán los proyectos que son financiados por la alcaldía o la gobernación, como el metrocable Picacho o el metro ligero de la carrera 80, ni proyectos que ya están en ejecución, los cuales cuentan con recursos garantizados. Así el Metro espera alivianar la carga y salir a flote en el viaje más complicado que afronta en sus 25 años. Quizá serían premonitorias las palabras que se escucharon en los altavoces de las estaciones, en medio del revuelo social por la operación del primer tren el 30 de noviembre de 1995: “Por pujantes, por capaces, por luchadores, por creer, por tener fe. Por tenaces lo logramos”.  
Fuente: El Colombiano Imagen: Archivo El Colombiano Ver artículo original Volver a página de inicio]]>